Rosario una ciudad paralizada por el narcotráfico

Rosario es una ciudad en guerra. En solo cuatro días el narcoterrorismo se cobró la vida de cuatro inocentes. Esta terrible como inhumana reacción, se produce tras la aplicación de requisas estilo Bukele ordenadas por el gobernador Pullaro. Es evidente que ante las advertencias del gobierno los criminales han redoblado la apuesta y lograron instalar el terror en la ciudad más importante de Santa Fe.  

Se han suspendido muchas actividades, no hay colectivos ni taxis, y las estaciones de servicio  esta cerradas, tampoco hay clases y lógicamente el miedo se ha apoderado de los rosarinos, trabajen donde trabajen

Bruno Nicolás Bussanich (25), un playero de una estación de servicio Puma ubicada en la zona oeste de la ciudad fue asesinado a balazos pasadas las 23:40 del sábado. Bruno, padre de un nene de cuatro años y en pareja con Jimena López (27), estaba en una oficina cuando un encapuchado se acercó y lo fulminó de tres balazos. El atacante escapó junto a un cómplice en un Fiat Duna pero antes dejó una nota que dice: “Esta guerra no es por territorio. Es contra Pullaro y Cococcioni”. El país entero pudo ver reiteradamente, el asesinato registrado por las cámaras de la estación.

En vista de la  gravedad de la situación, el Gobierno nacional anunció que se conformó un comité de crisis para intervenir en Rosario con las fuerzas de seguridad federales y las Fuerzas Armadas en calidad de apoyo. Recordemos que según la ley de seguridad interior, las FFAA solo pueden brindar apoyo logístico, técnico y operativo a las fuerzas policiales en situaciones de emergencia o cuando se enfrentan a amenazas específicas a la seguridad nacional. Es por ello que las FFAA actuarán apoyando con logística a las fuerzas de seguridad nacionales. Siempre en coordinación con el gobierno y la policía provincial

El narcotráfico tiene recursos inconmensurables. El dinero que recauda le permite comprar voluntades, de políticos, funcionarios, policías, jueces, guarda cárceles y de todos los que intentan oponerse.  El colombiano Pablo Escobar Gaviria, el más emblemático de los personajes de la droga, llegó a ser el hombre más rico del planeta según se afirma actualmente.

Lo de Rosario no es nuevo, y en menor escala se reproduce en otros ámbitos del país, resulta esencial que el Estado gane la batalla contra este nefasto tráfico. Está claro que tanto el presidente Milei, como la ministra de seguridad Patricia Bullrich y el gobernador Pullaro, tienen la decisión que así sea.