Milei propone a Lijo y a García Mansilla para la Corte

Milei comete errores propios, los que en el tenis se llaman “errores no forzados” Justamente cuando algunos asuntos muy sensibles como en el ya célebre DNU tiene que fallar la Suprema Corte, se anunció ayer el envío al Senado de los pliegos para reemplazar el sillón vacante de Elena Highton de Nolasco y el de Juan Maqueda, que en diciembre cumplirá 75 años y debe retirarse.


Propone al controvertido juez Ariel Lijo para el de Highton, vacante desde hace dos años y el del jurista y catedrático Manuel García Mansilla, para el que dejará libre Maqueda, recién en diciembre.

No proponer mujeres para el más alto tribunal de la Nación ha generado numerosas críticas, entre ellas, la de la Federación Argentina de la Magistratura que propone que ambos sillones sean ocupados por mujeres para respetar “principios básicos como la paridad de género”.  “En 200 años de democracia sólo tres mujeres han ocupado el cargo de ministras de la Corte Suprema, lo que claramente implica la falta de representación de más de la mitad de la población de nuestro país y la priva de las vivencias y miradas de este grupo mayoritario y sujeto a condiciones de vulnerabilidad”, expresa la organización en un comunicado.

Según el periodista Joaquín Morales Solá, en el diario La Nación,  la nominación de Lijo puso en guardia a los tres jueces supremos que integran la mayoría del cuerpo: Horacio Rosatti, presidente; Carlos Rosenkrantz, vicepresidente, y Juan Carlos Maqueda, juez decano. Según funcionarios del tribunal, les preocupa la figura de Lijo por dos razones. Una: la vacante de Highton de Nolasco debería ser cubierta por una mujer, ya que en ese tribunal no hay ninguna. En el país existen, desde ya, muy valiosas mujeres constitucionalistas. La otra: Lijo es un juez muy polémico por varias razones, pero pudo en su momento lograr el control político de gran parte de la justicia federal penal de Comodoro Py, con la sola excepción de Claudio Bonadío, que nunca aceptó la jefatura de nadie.

¿Qué tejes y manejes políticos se generaron para que Lijo fuera propuesto? Eso no lo sabemos ni lo sabremos nunca, pero si, muestra incoherencia con las propuestas de Milei de acabar con lo que llama la “casta”.  Lijo es un cabal exponente del "establishment" judicial o sea la “casta” judicial. Y resulta inadmisible que su postulación impida integrar la corte con una mujer para ocupar la vacante generada por otra mujer. Recordemos que, en un momento dado, había dos mujeres integrando el alto tribunal, la mencionada Elena Highton y Carmen Argibay. No designar ahora a una mujer y dejar solo hombres sería un significativo paso atrás y para Milei un nuevo frente de tormenta. Y las preguntas surgen, ¿podrán lograr la mayoría especial de dos tercios del Senado para aprobar los pliegos? ¿Es tan misógino nuestro presidente para hacer esta extraña jugada que contradice sus propios postulados?  

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