El conflicto con España

Ayer decíamos que con España nos unen lazos históricos, culturales y económicos. Es nuestra madre patria, y de ella heredamos nuestra lengua, la religión, las bases de nuestro ordenamiento jurídico, sus costumbres y gran parte de nuestra idiosincrasia. De España vinieron cientos de miles de inmigrantes y hoy es el país preferido por los jóvenes argentinos que emigran buscando nuevos horizontes.

Además, hay más de 100 empresas españolas en la Argentina y se trata del segundo inversor directo más importante después de Estados Unidos.

Que nuestros países estén cerca de romper relaciones diplomáticas como lo plantea el Canciller español es un absurdo total. Y más absurdo aún en cuanto el actual conflicto se da por antipatías personales de dos personajes y por razones ideológicas. Tanto Javier Milei como Pedro Sánchez no están dispuestos a ceder en sus posturas ni pedir disculpas.

El asunto comienza cuando Pedro Sánchez, se inmiscuye en la campaña presidencial argentina, dando explícito apoyo a Sergio Massa y advirtiendo sobre la ultraderecha representada según el presidente español por el libertario.

Algunos de los miembros del gabinete de Sánchez maltrataron públicamente a Milei, el ministro de transporte lo acusó de ingerir substancias, otros y el propio Pedro Sánchez, lo trataron de fascista, odiador, negacionista y de ser una mala persona.

Claro está que Milei en su primer viaje a España, no pidió entrevistarse ni con el presidente ni con el Rey Felipe VI, que vino a su asunción y tuvo que soportar bajo impiadosos rayos de sol el discurso del libertario que insumió unos treinta y cinco minutos, una falta de cortesía que no corresponde.

Pero lo grave, lo señalábamos ayer fue, cuando improvisando dijo sin nombrar a Sánchez, pero en clara alusión a este "Digo, aun cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se tome cinco días para pensarlo". Begoña Gómez, la esposa del presidente del Gobierno, está imputada y bajo investigación judicial por tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito. Pero lejos aún de ser condenada.

El Gobierno español exige disculpas de Milei y el gobierno argentino a través de varios de sus funcionarios exigen lo mismo de Pedro Sánchez.  Claro está que ni Sánchez ni Milei están a la altura que les exigen las circunstancias y el conflicto continúa agravándose.

 Madrid analiza elevar la crisis a la Unión Europea y utilizar el asunto en la campaña de sus representantes para el Parlamento Europeo.

Mientras, acá en el país, Milei anunció que el Pacto de Mayo no se firmará por no estar sancionada aún la Ley Bases. Algo que era previsible ocurriera.